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Hoy se conmemoran 17 años del trágico accidente que enlutó a la comunidad educativa de la Institución Educativa Agropecuario La Fortuna, donde perdieron la vida varios miembros valiosos; 11 docentes, un estudiante con sueños por cumplir y el conductor de la buseta escolar Cotsem.
El 30 de julio de 2008 quedó marcado en la memoria colectiva como una fecha de profundo dolor. Aquel día, un accidente vial truncó la vida de quienes viajaban rumbo a construir un futuro mejor. Año tras año, la institución, familiares, amigos y comunidad en general rinden homenaje a las víctimas con respeto, recogimiento y memoria viva.

Sin embargo, el paso del tiempo no ha traído consigo justicia. Según denuncia Armando Hugo Royero, padre de una de las docentes fallecidas, en donde han pasado 17 años sin que se haya esclarecido completamente lo sucedido, ni se haya brindado una respuesta legal y reparadora a las familias afectadas. “Seguimos esperando. No hay justicia, no hay indemnización, no hay respuestas. Es como si el tiempo se hubiera detenido para nosotros ese día.”, expresó con dolor.
Muchas de las familias continúan a la espera de una indemnización que reconozca no solo la pérdida material, sino también el impacto emocional y moral que dejó este hecho.

Las familias reiteran hoy su llamado a las autoridades competentes para que no dejen en el olvido este caso. Que el legado de quienes partieron no solo permanezca en los corazones de quienes los amaron, sino que también se traduzca en verdad, justicia y reparación.
30 de julio de 2008, día de los hechos
A las 6:15 de la mañana, un trágico accidente entre una buseta de servicio público y una tractomula, a la altura de la UNIPAZ, estremeció a Barrancabermeja. La escena que encontraron las autoridades fue devastadora, cuerpos sin vida sobre la vía y sobrevivientes luchando por mantenerse con vida.
El saldo fue doloroso: 13 personas fallecidas y 15 heridas. Diez de las víctimas eran docentes y estudiantes de la Institución Educativa Agropecuario La Fortuna, quienes cada día recorrían ese camino para cumplir con sus labores académicas.
La ciudad los despidió en un sepelio colectivo, marcado por el luto, la indignación y el dolor. Esta tragedia se convirtió en uno de los accidentes viales más graves del país en ese 2008.
Hoy, recordamos con respeto a quienes perdieron la vida:
Crisanto Lozano, Manuel Enrique Rúa, Aidé Royero, Elga Yohana Gómez, Claudia Monsalve, Jesús David Daza, Nidia Pacheco, Johan Calvo, Vladimir Naranjo, Gabriel Beltrán, Stephany Barragán y Yesenia Peñaloza.
¡Paz en sus tumbas!