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La madrugada de este viernes, Barrancabermeja perdió a uno de sus hijos más queridos: Alonso Trillos Vélez, reconocido por su incansable labor como comerciante tradicional de pólvora y por su compromiso con el deporte y la comunidad.
Según informaron fuentes cercanas a la familia, Trillos Vélez falleció a causa de un paro cardíaco mientras era trasladado desde la Clínica La Magdalena, en Barrancabermeja, hacia la ciudad de Bucaramanga. Su partida ha generado una profunda ola de tristeza entre familiares, amigos y vecinos, quienes lo recuerdan como un hombre íntegro, trabajador y lleno de alegría.
Durante décadas, Alonso fue una figura emblemática en las celebraciones locales. Con su negocio de pólvora, mantuvo viva una tradición cultural que marcó la infancia y la memoria colectiva de muchas generaciones en el Puerto Petrolero. Sin embargo, su legado va mucho más allá de la pólvora, también fue un ferviente impulsor del deporte, apoyando a jóvenes talentos y participando activamente en eventos comunitarios.
Las redes sociales se han llenado de mensajes de cariño y gratitud, destacando su calidez humana, su espíritu solidario y su profundo amor por Barrancabermeja.
“Se va un hombre ejemplar, un barranqueño de corazón. Gracias por tanto, Alonso”, se lee en una de las publicaciones más compartidas.
Durante las décadas de los 70, 80 y 90, Alonso Trillos Vélez se consolidó como una figura emblemática de la ciudad, no solo como comerciante, sino también como dirigente deportivo, impulsando sueños, descubriendo talentos y promoviendo valores que aún perduran en la comunidad.
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