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Con una inversión que supera los $14 mil millones en indemnizaciones y la implementación de 152 planes de retorno y reubicación, la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas continúa fortaleciendo la respuesta del Estado frente a los impactos generados por el conflicto armado interno en la región del Magdalena Medio.
Este esfuerzo hace parte del compromiso del Gobierno Nacional, en el marco de la Ley 1448 de 2011, por garantizar la reparación integral y el restablecimiento de derechos de quienes han sido afectados por la violencia.
La Dirección Territorial Magdalena Medio ha reportado avances en atención individual y colectiva, promoviendo la reconstrucción de proyectos de vida dignos para miles de familias.
“El trabajo en el Magdalena Medio ha sido clave para materializar los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Cada indemnización y cada retorno no son solo cifras, son pasos hacia la reconstrucción del tejido social. El avance en procesos de reparación colectiva con organizaciones como CREDHOS, ACVC, OFP y en municipios como Ciénaga del Opón, Cerro de Burgos, Simití y Barrancabermeja nos permite seguir trabajando por las víctimas del territorio”, señaló Paola Andrea Daniels Rapalino, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Magdalena Medio.

En Barrancabermeja, uno de los municipios con mayor afectación histórica, las cifras reflejan la magnitud del fenómeno:
- 56.844 víctimas por ocurrencia de hechos violentos.
- 69.776 personas reconocidas como víctimas mediante declaración.
- 44.155 sujetos activos de atención dentro del sistema.
La implementación de estos procesos se articula a través del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV), que reúne a entidades nacionales, gobiernos locales, organizaciones sociales y las Mesas Municipales de Participación Efectiva de las Víctimas (MMPEV). Esta articulación ha permitido avanzar en el reconocimiento, dignificación y reparación de las comunidades afectadas, bajo un enfoque diferencial y con la participación activa de las víctimas.