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La migración venezolana ha dejado huellas profundas en la vida de quienes, obligados por la crisis, debieron abandonar su país. Es el caso de Sara Arguello, una profesional de Caracas que llegó a Colombia en busca de nuevas oportunidades y que, pese a los desafíos, decidió emprender desde cero en la “Bella Hija del Sol”.
Con una receta familiar que aprendió desde niña junto a su padre, Sara llegó a Barrancabermeja con su propuesta de Chicha Caraqueña, un pequeño negocio de bebida tradicional que hoy es reconocido por su sabor auténtico y su historia de superación.

El emprendimiento nació como una forma de sustento, pero también como una forma de mantener vivas sus raíces. La chicha, bebida típica venezolana hecha a base de arroz, se ha convertido en un símbolo de identidad y adaptación.
Para Sara, el apoyo de los barranqueños ha sido clave. Su historia refleja la resiliencia de quienes, a pesar de las barreras, logran transformar las dificultades en oportunidades reales de crecimiento. Hoy se convierte en una emprendedora más de Barrancabermeja.