Sentido mensaje de comunicadora barranqueña que sobrevivió al suicidio

Mayra Alejandra Ramos, una reconocida comunicadora social barranqueña, sobrevivió al suicidio y hoy, en medio de su recuperación agradece a Dios por darle una oportunidad de vida.

La joven tomó la decisión de acabar con su vida el pasado 17 de octubre, lo que obligó a que fuese trasladada un centro asistencial. La noticia causó un profundo dolor entre amigos y allegados, quien reconocen en ella, una mujer talentosa, alegre y comprometida con su trabajo y familia.

Tras presentar mejoría en su estado de salud, en la mañana de hoy, posteó en sus redes sociales, el siguiente sentido mensaje de reflexión:

«A veces o casi siempre nos preguntamos: ¿Cuál es el propósito de la vida?, ¿Cuál es el verdadero propósito de nuestras vidas? Y quizá muchos los saben, otros no tanto y pocos estamos nublados sin sentido alguno; cuando no entendemos esto, empiezan los desafíos, las duras pruebas de la vida, los malos pensamientos, las malas acciones y actitudes e infinidades de situaciones difíciles de la vida…

Pero, ¿Qué debemos hacer para lograr comprender y reconocer nuestro propósito de vida? Como pocos o muchos ya saben lo que me sucedió y quizá leerán esto y pensarán: “está loca, busca llamar la atención, vacía”… ETC!

Diré qué, no sé que tan cuerda puedo ser o qué tan testadura soy! Solo sé qué soy tan sensible como todos, que soy tan imperfecta como todos y soy tan capaz como todos nosotros!

Pero a veces, nos gana nuestro interior, cosas del pasado, cosas que nos pasan, nuestros errores, cosas que nos atormentan que por más que luchamos salir del bosque oscuro y encontrar un poco de luz y SER LUZ para otros, no lo logramos.

Pero aquí estoy, aferrándome al ser supremo, al misericordioso, porqué en medio de mi debilidad y pecado, me salvó y me reconoció con su infinito amor para mostrarme mi verdadero propósito de vida, y me lo mostró en muchos escenarios y panoramas, pero estaba tan cegada, veía lo que quería y no lo que realmente él me mostraba.

Hoy le doy gracias a él, por darme la fuerza y valentía necesaria para salir de esto, para lograr mi propósito y sobre todo, para sanar el alma y corazón y tener paz.»

Y puntualiza, «¡Gracias a todos, porque con sus oraciones estoy aquí nuevamente sacando sonrisas para servir y ser luz en medio todo!»