Este proceso puede describirse como un “ritmo palpitante” que ocurre de la mañana a la noche.
Un nuevo estudio ha revelado que los cerebros de los hombres experimentan una reducción del 70% entre las 7 de la mañana y las 8 de la noche, seguido de un proceso de reinicio.
Este fenómeno ha sido vinculado a fluctuaciones en las hormonas esteroides como la testosterona, el cortisol y el estradiol, que varían a lo largo del día en el cuerpo masculino.
Laura Pritschet, coautora del estudio e investigadora postdoctoral en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, afirma que este cambio en el tamaño del cerebro persiste a lo largo de la vida de un hombre, aunque la intensidad varía. La investigación muestra que este proceso es continuo, pero no uniforme.
Para confirmar esta hipótesis, los científicos realizaron 40 escaneos cerebrales de un hombre de 26 años durante un periodo de 30 días. Las imágenes por resonancia magnética se llevaron a cabo a las 7 de la mañana y a las 8 de la noche.
Los resultados indican que, por la mañana, los niveles de testosterona, cortisol y estradiol están en su punto más alto, mientras que por la noche alcanzan sus niveles más bajos.
Los investigadores encontraron que los cambios en el cerebro coinciden con las fluctuaciones de las hormonas esteroides. Cuando los niveles hormonales aumentan, el volumen cerebral también se incrementa, mientras que su disminución se asocia con un menor volumen cerebral. Esto sugiere una relación directa entre el volumen del cerebro y los niveles de estas hormonas.
Los investigadores encontraron que los cambios en el cerebro coinciden con las fluctuaciones de las hormonas esteroides. Cuando los niveles hormonales aumentan, el volumen cerebral también se incrementa, mientras que su disminución se asocia con un menor volumen cerebral. Esto sugiere una relación directa entre el volumen del cerebro y los niveles de estas hormonas.
Laura Pritschet, en una entrevista con Live Science, explicó que este proceso puede describirse como un “ritmo palpitante” que ocurre de la mañana a la noche. Aunque las mujeres también experimentan fluctuaciones hormonales diarias, el impacto no es tan marcado debido a los cambios a largo plazo provocados por el ciclo menstrual.
El estudio también encontró que el grosor de la corteza cerebral, en particular las cortezas occipital y parietal, disminuye a lo largo del día. Estas regiones, junto con la materia gris, que pierde un 0,6% de su tamaño, son las más afectadas.
Otras áreas del cerebro, como el cerebelo, el tronco encefálico y partes del hipocampo, también mostraron cambios notables.
Los autores del estudio indican que aún no se ha establecido con claridad la relación exacta entre el declive hormonal y los cambios en el cerebro. Aunque los resultados muestran una correlación, queda mucho por entender sobre cómo estos procesos interactúan en profundidad.