“Nos dejaron solos y el proceso jurídico no ha avanzado”, madre del menor que murió arrollado en un accidente por patrulla de la Policía.

Los padres del menor nunca más volvieron al sitio donde ocurrió la tragedia, y donde cuidaban motos. Llevan un año tratando de superar la pérdida de su hijo de 7 años.

En la mañana del 22 de mayo de 2022, todo fue confusión, dolor y tristeza en el parque Santander, comuna uno de Barrancabermeja. Y no fue para menos, ese domingo, un menor de 7 años falleció en momentos que intentó cruzar la calle y fue arrollado por un vehículo de la Policía Nacional en medio de un accidente de trásnsito y que era conducida por un uniformado de la institución.

Los gritos de dolor y el llanto de los padres se apoderaron del sitio, nadie entendía el lamentable hecho que allí acababa de suceder.

Esa mañana, Mayerly, su esposo y el niño salieron como todos los días a cuidar motos y vender queso frente a un reconocido supermercado, “Nos fuimos ese domingo, estábamos allá, estaba vendiendo queso y de un momento a otro el niño se paró y sucedió lo que sucedió”, dijo la madre.

Asegura la mujer, que en su momento la institución les ofreció apoyo, luego desapareció, “me ofrecieron ayuda psicológica, pero tenía mucha rabia y no quería saber nada de ellos. Lo único que mi esposo pidió que como su familia estaba en Puerto Berrio que le colaboraran con el transporte de ida y vuelta y lo cumplieron. Y después no volvimos a saber nada de ellos”.

El pequeño acompañaba a su progenitora a las afueras de un supermercado a cuidar motocicletas y él se ganaba dinero los fines de semana ayudando a compradores a cargar sus bolsas.

Fue tanto el dolor por la pérdida de la vida del niño que sus padres nunca más volvieron a ese sitio, “no volví al trabajo donde estaba porque no fui capaz, seguimos nuestra vida cotidiana como siempre y mi esposo ahora es transportador informal”.

Pasado un año dice Mayerly que poco o nada ha pasado en el proceso jurídico, “la justicia está muy lenta y la primera audiencia ni siquiera la han hecho. Mis abogados están en eso y la demanda quedó aquí en Barrancabermeja, pero recuerdo en que juzgado. Solo queremos que se haga justicia, que quien lo hizo pague”.

Esta familia que llegó hace 7 años a Barrancabermeja procedente de Puerto Berrio, vive en Miradores del Lago en la zona de expansión de la comuna siete, Terrazas del Puerto. Ellos intentan reponerse de un hecho que le arrebató la vida a su hijo mayor, un niño alegre que cursaba grado tercero en la escuela Fermín Amaya del barrio Arenal, sede de la institución educativa Intecoba.

La muerte del niño generó una oleada de ataques contra las instalaciones de la Inspección de Tránsito y Transporte y el vehículo del policía implicado fue incinerado.

Sobre el tema se consultó al Comando de Policía del Magdalena Medio a través de su oficina de prensa, pero al momento de esta publicación no se recibió respuesta alguna.