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Con una sonrisa esperanzadora, doña Mónica Acosta llegó nuevamente a Barrancabermeja desde el municipio de Cantagallo, Bolívar, con su hijo de 10 años, quien nació con labio fisurado y paladar hendido, una condición que por varios años afecto su alimentación, su habla y, sobre todo, su autoestima. Pero este 2025, la historia de su familia está a punto de cambiar al 100% ya que es la séptima cirugía para cumplirle el sueño a su hijo de sonreír sin miedo y comer sin preocupación.
“Es un milagro, de verdad, no ha sido un proceso fácil, la primera cirugía fue terrible. Hoy yo no tengo cómo pagar estas operaciones, gracias a las jornadas del Club Rotario y las demás empresas mi hijo ya come mejor, habla bien, y lo más importante es su risa… sin que lo miren raro. Eso como mamá no tiene precio, a cada entidad mil gracias porque el cambio ha sido muy satisfactorio”, dice emocionada mientras espera el turno con su hijo para ingresar al quirófano a la cirugía.
Como ella, otras 59 familias de diferentes regiones del país, entre ellas Santander, Norte de Santander, Cesar, Magdalena, Putumayo, Cundinamarca, Boyacá, Antioquia y el sur de Bolívar, participan en la XI Jornada de Cirugías de Labio Fisurado y Paladar Hendido, que se realiza del 9 al 13 de junio en Barrancabermeja.
“Hemos recibido la Fundación Alegría por más de 10 años y en esta jornada hemos logrado valorar 130 niños y niñas en donde alrededor de 60 o más recibirán el proceso de cirugía, estamos felices de seguir ayudando a más familias en la región y el país”, Leonardo Peña, director Club Rotario Barrancabermeja.

Diez especialistas provenientes de Estados Unidos se han unido a profesionales colombianos para realizar las cirugías en el hospital Ismael Darío Rincón, donde Ecopetrol aporta no solo recursos, sino también el uso de salas de cirugía y seguimiento posoperatorio.
“El compromiso con la vida y el bienestar de los niños del Magdalena Medio es lo que nos mueve. Verlos sonreír después de la cirugía, es nuestro mayor logro”, afirma Rafael Hernando Sandoval Tovar, jefe del Departamento de Salud del Magdalena Medio de Ecopetrol.

Cada historia detrás de estas cirugías es un testimonio de lucha, esperanza y amor. Como el de Mónica y su hijo, que con fe y paciencia caminó un largo trayecto desde Cantagallo, cargando no solo a su hijo, sino también el sueño de verlo crecer sin barreras.
“Mi hijo podrá sonreír sin miedo… eso es todo lo que siempre quise”, concluye Mónica, con la voz entrecortada, mientras acaricia el rostro del pequeño que en pocos días tendrá una nueva oportunidad de sonreír sin miedo.
Este programa humanitario, que ya suma 646 intervenciones quirúrgicas desde su inicio en 2011, es posible gracias a la unión solidaria de la Fundación Alegría de California (EE. UU.), el Club Rotario de Barrancabermeja y su Fundación Rotaria Ramón Evan Cure, la Cruz Roja Colombiana – Seccional Santander, Pedicentro, Ecopetrol y un comprometido grupo de médicos voluntarios.